Jamás pensé volverte a ver. ¡corrijo!, jamás pensé que volveria a sentirme viva;
tus palabras fueron el soplo divino, bastó escucharte por un segundo
para extasiarme con tu saludo al tiempo que mi corazón se aceleraba
y en cada latido parecía gritar: ¡TE AMO!.
Saliste a mi encuentro cuando menos lo esperaba,
de inmediato aparecieron mis sueños, mis pasiones
aquellos que juraba embalsamados en el sudario de mis penas.
Mis manos temblorosas, ansiosas por tocarte eran como pececitos asustados
que iban de aqui para allá sin saber a ciencia cierta a dónde ir, qué hacer.
Mis ideas colapsaban, querían todas salir al tiempo, expresarte mi amor,
mi adoración, mi alegria, mi devoción, mi...
si sólo pudiera decir lo que verdaderamente sentí, la palabras son pocas
para contener lo que siento.
Preguntas: ¿Me extrañas?
A mi memoria llegan las incontables veces en que ensayé esta escena:
"Déjame, márchate, no regreses nunca, he decidido olvidarte, me heriste de muerte,
no quiero volverte a ver"...
Pues bien, todas ellas reclamaban mi ineptitud, no les había dado su lugar
y ¿para qué? si desde mucho no sentía que era un ser viviente.
Cuando al fin decido dar rienda suelta a la romeria de emociones que me arrojan hacia ti,
te pierdes entre mis brazos, te escapas con la bruma, me abandonas de nuevo.
La desesperación hace que mis párpados se abran,
y mis ojos descubren la terrible realidad: una cama vacía, un cuarto lleno de recuerdos
y una casa invadida de silencio.
Con angustia tomo el teléfono, abandono en un santiamén el estúpido orgullo que me escudó
y te busco. Un frío mensaje con tu inconfundible voz me anuncia trágicamente que es en vano,
ya no estás para mi y llega a instalarse en lo más profundo la melancolía.
¿A quién culpar?.
Monday, April 24, 2006
Monday, April 03, 2006
MARTIR Y CALVARIO
¡HABLEMOS CLARO!
Sé que soy un perdido, abusador y traicionero
Sé que soy pecado y herejía,
soy yo la culpa de todos tus tormentos,
Soy la condena de un noble prisionero.
No tengo gracia, ni dones, ni soy "bueno"
soy un apóstata, desprecio tus decretos
tengo un letrero: "CENSURADO" hace tiempo
y excolumgado estoy de nacimiento.
Tal vez pueda exorcizarme un santero
pero, ¿De qúe serviría a mi alma?
si hay un circulo de DANTE
esperando en el infierno.
Trasgrediendo todos los preceptos
y sin perjuicios que aten mi alma yerta
me presento ante aquel que es dogma y es idea.
Tendido en mi pecado y él en un madero
iniciamos nuestro encuentro con un beso,
el de Judas o el del Santo, ¿qué me importa?
Si la muerte me sorprende en el pecado
que al hombre de tu lado da el destierro
no me busques con tu misericordia
desnudo he nacido, desnudo muero
Y si quieres enviarme un emisario,
de aquellos que creen tener en sus manos el cielo
ahórrate esfuerzos vacuos
y déjame con mi desdicha solo.
Las entrañas que me engendraron
desaparecieron en la niebla aquella noche, ¿recuerdas?
solo tuve el tiempo necesario para dar un respiro
acompañado de un llanto que inició hace tantos años
y que aún no se ha ido.
Ya sabes lo que soy, siempre lo has sabido
un huérfano de afecto, que se cansó de pensar en la misericordia
y que ahora ni misericordia tiene para hacerte pagar por lo que hiciste.
Sé que soy un perdido, abusador y traicionero
Sé que soy pecado y herejía,
soy yo la culpa de todos tus tormentos,
Soy la condena de un noble prisionero.
No tengo gracia, ni dones, ni soy "bueno"
soy un apóstata, desprecio tus decretos
tengo un letrero: "CENSURADO" hace tiempo
y excolumgado estoy de nacimiento.
Tal vez pueda exorcizarme un santero
pero, ¿De qúe serviría a mi alma?
si hay un circulo de DANTE
esperando en el infierno.
Trasgrediendo todos los preceptos
y sin perjuicios que aten mi alma yerta
me presento ante aquel que es dogma y es idea.
Tendido en mi pecado y él en un madero
iniciamos nuestro encuentro con un beso,
el de Judas o el del Santo, ¿qué me importa?
Si la muerte me sorprende en el pecado
que al hombre de tu lado da el destierro
no me busques con tu misericordia
desnudo he nacido, desnudo muero
Y si quieres enviarme un emisario,
de aquellos que creen tener en sus manos el cielo
ahórrate esfuerzos vacuos
y déjame con mi desdicha solo.
Las entrañas que me engendraron
desaparecieron en la niebla aquella noche, ¿recuerdas?
solo tuve el tiempo necesario para dar un respiro
acompañado de un llanto que inició hace tantos años
y que aún no se ha ido.
Ya sabes lo que soy, siempre lo has sabido
un huérfano de afecto, que se cansó de pensar en la misericordia
y que ahora ni misericordia tiene para hacerte pagar por lo que hiciste.
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