¡Por mi bien!...¿o por el tuyo?

La incertidumbre logrò convencerte con su mejor argumento:
"Definitivamente tal vez".

Te acercas y besas mi frente
como si ello menguara el dolor
que produciràn tus palabras.

Aquellos labios que me amaron,
hoy dictan sentencia...
Labios que dan vida, labios que matan.

Me abrazo a la nostalgia y con ella
me lanzo al abismo del dolor
hasta consumirme en el olvido.

Lacrarè con mi silencio y la distancia
el fardo de ilusiones que impetuosas,
desnudaron mi alma ante ti.

Silencio

Cuando llegue mi último suspiro
no quiero llanto alguno,
no desees morir por mi ausencia,
no me digas: "Adiós".

El viaje emprendido en ese instante
y el hoy contigo tiene algo en común:
la inmensa lejanía y el implacable frio.

Te seguiré desde lo eterno
y como hoy, jamás sabrás que siempre estuve allí
esperando por un milagro
que lleva tu nombre.

Abriose primero la puerta de los cielos
que la puerta de tu corazón
más en este instante no siento tristeza.

Cuando llegue tu último suspiro
y emprendas tu viaje
sabrás quién esperó toda su vida
y toda su eternidad por ti.

Crimen

Un recuerdo lacerante explica por qué mi corazón no ha dejado de sangrar
una palabra que jamás olvidaré pronunciada por tus labios...
aquellos que me hablaron del amor, los mismos que me llevaron a lo eterno.
No puedo quitarte de mi mente, no puedo arrancarte de mis labios.

Hoy reclamo mi inocencia, ¿dónde está?, ¿a dónde le llevaste?
no quiero explicaciones, ni los años que perdí contigo, esto no es lo que hago
solo quiero vivir con mis errores y la certeza de este imposible
mira mis ojos por ultima vez y desaparece, amado y cruel espectro.